¡IKEA y DULCESILVIA!

Poner estas dos palabras en un título debería de estar prohibido, ya os enteraréis según va avanzando la entrada en el blog las razones que me mueven a escribir esto.

Llegar tarde a los sitios implica que se hagan planes precipitados y como la que se portó mal fui yo, llegando ni más ni menos que media hora tarde a mi cita con Bárbara de «La despensa de Lucía», no me quedó otra que proponer otra opción. Ante la cosa de que Bárbara necesitaba hacer unas compras allí, propuse comer en IKEA, ya que me había enterado hace un tiempo de que tenían menú sin gluten. De esta manera matábamos dos pájaros de un tiro, hacíamos expedición y comprábamos cosas que nos hacían falta de por allí.

Llegas a IKEA, preguntas por el menú sin gluten, te cuentan lo que ofertan de una manera a la que todavía le hace falta algo de formación y de claridad y elijes… Estuvimos pensando en lo qué queríamos y qué era lo que verdaderamente distinguía al menú sin gluten del que lo tiene y fuimos incapaces de discernirlo. Yo quiero pensar que lo distingue simplemente el envasado, ya que la comida sin gluten te la sirven envasada y tienes que calentarla tú, para que los cocineros no puedan manipularlo en ningún momento.

A destacar el pan y el postre. El pan es muy rico y te lo sirven recién horneado porque por protocolo te lo preparan en el momento en unas bolsas especiales de horneado. La verdad es que tengo que reconocer que para ser un pan para celíacos está bastante bueno y me resultó muy familiar, creo que es el que usan también en los bocadillos de pans and company. De la tarta «glutenfri» poco hay que decir, me encanta el sabor de esa tarta, cuando está fresquita es una pasada. (Se pueden comprar las tartas enteras en la misma tienda y las tienen expuestas, pero es que es verdad, son monumentales). Es una tarta que directamente no tiene harina, la base es de almendras y luego lleva nata, chocolate y caramelo, vamos, que es un poquito perdición.

Por la tarde tuve el placer de asistir a una cata de productos de la marca Dulcesilvia en la tienda de «La despensa de Lucía», y ahora es cuando os explico la razón de que no deberían de ir en una misma frase las dos marcas. IKEA crea ese menú para salir del atolladero, no se van a mojar en crear buena cocina porque directamente no son un restaurante (aunque hay gente que piensa que los perritos son inmejorables y me da mucha envidia no poder probarlos), ni hacen por ello. Crean una opción para que pueda comer todo el mundo y a mi juicio eso no está tan mal. Todos estaréis conmigo en que uno no va a IKEA con la intención de probar maravillas culinarias y eso es lo que ofrecen, un sitio donde poder comer más o menos deprisa si vas a comprar y no te da tiempo a volver a casa o decides pasar el día allí. Lo de Dulcesilvia, en cambio, es la cara de la moneda, aquí pasamos a palabras mayores sin duda. Tuve la fantástica y maravillosa suerte de probar los dulces de esta gente y me fascinaron, es la antítesis al producto sin gluten de estereotipo. Ni hace bola, ni tienes que beberte algo para que pase, ni está seco per se. Es alucinante el saborcito casero que  tienen las galletas, los bizcochos, las magdalenas… Y como todo sabe a todo sin que ningún sabor destaque y siendo completamente armonioso. Sólo os diré que volví al día siguiente corriendo a comprarme un bizcocho porque no me pude resistir al sabor que me dejó el día anterior. Se que es la primera vez que los pruebo, pero también se que no va a ser la última porque de verdad que hacía mucho tiempo que no tenía una sensación tan positiva comiéndome unos dulces sin gluten.

Es un gusto que ya no solo tengan la filosofía de crear cosas para que podamos comer, sino encima pensar y dejarse la sesera para que esté delicioso, que eso se agradece todavía muchísimo más. ¡MUCHÍSIMAS GRACIAS! 🙂

Para mí, están en la categoría de imprescindibles sin duda.

IMG_20150529_181656 IMG_20150529_181704 IMG_20150529_181713 IMG_20150529_181726 IMG_20150529_181744 IMG_20150529_182842

Si queréis acceder a las fotos hechas en IKEA…

LA DESPENSA DE LUCÍA

Espero que os haya gustado mucho a todos la entrada.

Os mando un beso glutenfree a todos.<3

Estándar

El huerto de Lucas.

Como hace mucho que no os recomiendo algún sitio, aquí vengo a contaros un nuevo lugar en el que estuvimos unas amigas y yo hace unos días, se llama El Huerto de Lucas, se encuentra en el madrileño barrio de Chueca y ya os voy adelantando que es una pasada.

Era una tarde soleada, estuvimos comiendo por ahí porque era el cumple de una amiga. Luego estuvimos viendo una exposición en la Fundación Juan March (Madrid para tiesos). Tras esto no sabíamos muy bien donde echar el cuerpo, así que tras un paseo estupendo, por sugerencia de otra amiga acabamos en un sitio llamado El Huerto de Lucas. No hace falta que os cuente la posición de ataque de la grulla que un celíaco adquiere antes de entrar en un sitio nuevo, al principio me encontraba muy tirante y sin saber a qué atenerme. Mis amigas argumentaron que tratándose del sitio del que se trataba lo más probable es que tuvieran alguna cosa que yo pudiera comer.

Lo primero siempre es preguntar si tienen algo sin gluten para saber si me puedo quedar allí o no. Cuando preguntamos por la cerveza sin gluten pusieron cara como de: ¿No ves dónde te encuentras?, ¡es evidente!. Luego, paseando por el recinto vi que tenían un montón de cosas y dulces muy apetecibles aptos para celíacos, muy bien indicados y dispuestos de tal forma que no se pueden contaminar.

La carta está genial indicada con todo tipo de posibilidades para alérgicos para que sepamos a qué atenernos cuando nos pedimos un plato. Me llamó la atención que está muy bien señalizada con puntitos que te describen lo que puedes comer y lo que no de una manera muy fácil.

En realidad es un mercado de productos ecológicos donde se tiene opción a quedarte a comer o a cenar e incluso de ver algún espectáculo en directo mientras zampas. Realmente merece la pena darse una vuelta porque el sitio es muy agradable y la verdad es que el compromiso que tienen es muy serio. Tras hablar con ellos me di cuenta de que en todo momento saben de lo que hablan y da gusto verles tan enterados y contándote la información de su sitio de una manera tan segura y viéndoles a ellos tan motivados.

Me tomé una cervecita ideal y mis amigas unos batidos que tenían una pinta fantástica, que también os recomiendo. La próxima vez me quedo a comer o a cenar, seguro.

Me comentaron que tienen la intención de hacer un horno de pan que sea exclusivamente sin gluten. Esto me dio una alegría tremenda porque implica que podremos tener pan recientito cuando consigan incluirlo en el recinto. La verdad es que me encantó, me pareció muy acogedor en todos los sentidos.

Aquí os dejo las fotos de la carta y de lo bien que se lo pasó, como siempre, Celivampi.

IMG_20150502_184249[1] IMG_20150502_184255[1] IMG_20150502_184658[1] IMG_20150502_184107[1] IMG_20150502_184110[1] IMG_20150502_184117[1] IMG_20150502_184123[1] IMG_20150502_184123[1] IMG_20150502_184249[1] IMG_20150502_191250[2] IMG_20150502_184706[1]

Estándar

Sólo soy celíaco.

Por motivo del mayo celíaco se me ha ocurrido algo. Generalmente todo lo que hay para celíacos con respecto a formación son cosas hechas para y por el celíaco. No critico ni digo que esté mal, pero creo que no nos vendría mal que hubiera campañas de formación para los no-celíacos. Podéis pensar que me he venido arriba y que no es para nada útil, pero a mi forma de ver no es tan descabellado, Lo primero porque la información rompe con las barreras de la ignorancia más si es con una sonrisa y buen talante, y lo segundo, porque pienso que ahora mismo, dadas las estadísticas, no creo que sea muy difícil pensar que cualquiera en este mundo va a tener que dar de comer a algún celíaco en su vida, por mucho que en su familia no haya ningún caso.

Mi propuesta es un hashtag en el que pongamos #Solosoyceliaco y a continuación una frase que nos sirva para quitarnos ese estigma que tenemos de raros, de obsesivos, de caprichosos, de nuevos ricos… (vamos, de todo lo que se nos ha ido tachando de un tiempo a esta parte), y de paso que nos haga visibles de una manera graciosa y que la gente vaya entendiendo que ni somos ni unas cosas ni otras, que somos personas que para bien o para mal hemos nacido con un problema y que simplemente nos tenemos que cuidar de una manera distinta al resto.

¿Qué os parece la idea?. Espero que os guste mucho y que os hagáis partícipe de ella.

¡Feliz #mayoceliaco, chicos!

10934282_10152658193749220_728998856_n

Estándar

Nominación a los best blog awards 2015.

Ayer me encontré con la noticia de que el Isabel en su maravilloso blog me había nominado para los best blog awards 2015. La verdad es que me dio una sorpresa muy buena y todavía estoy que no me lo creo. Espero estar a la altura de tal honor y no saltarme nada de lo que hay que hacer por aquí… (Que con el despiste que soy…)

Cada uno de los nominados tiene que contar:

Once cosas de él.

Contestar a once preguntas que le hace el que le ha nominado

Nominar a once blogs. 🙂 En teoría tienen que ser blogs con menos de 200 seguidores, pero como no se con seguridad los seguidores que tenéis, espero que me disculpéis.

Once cosas sobre mí (sin parecer una canción de Camilo Sesto)

1- Me encanta la música a todos los niveles, la banda sonora de mi vida pasa por todos los estilos de música, hago una selección de lo que más me gusta de todo y me lo llevo en el mp3 de mi corazón.

2- Leo sin mesura, a veces hasta asusto a la gente que está a mi lado.

3- El gusto a la cocina se lo he ido cogiendo de un tiempo a esta parte, no le tenía mucho amor hasta hace relativamente poco. Ahora la utilizo hasta como método de relajación.

4- La comida que más me gusta en el mundo es la tortilla de patata.

5- Me encanta conocer gente, es algo que no puedo evitar.

6- Me encanta echarme carreritas por la calle con la gente sin que se den cuenta. Es algo que me fascina desde pequeña.

7- Soy seriéfila, en cuanto tengo un poquito de tiempo aprovecho para ver capítulos de mis series favoritas.

8- Me gusta mucho bailar.

9- Últimamente he dejado de ver las noticias por mi salud.

10- Estoy harta de las películas del oeste…

11- Suelo ser optimista y conciliadora siempre.

Ahora vamos a responder a esas preguntas. 🙂

1. ¿Qué quieres ser de mayor?

Algo que tenga que ver con poder colaborar a que la sociedad mejore.

2. ¿Qué es lo que más ilusión te hace que te regalen?

Música.
3. Dime cinco cosas que te hagan sonreír en un día normal.

Otra sonrisa, oír algún comentario mañanero en el metro que me alegra para todo el día, las cosas que tiene la gente que me rodea (son la monda), encontrarme a algún amigo por el barrio inesperadamente, acordarme de detalles bonitos de la gente que me quiere (piropos, gestos…).
4. ¿Qué buscas que la gente piense y sienta cuando lee tu blog?

Simplemente el saber que el celíaco existe y que se diviertan leyendo mis post.
5. ¿Qué sientes cuando recibes un feedback de un lector al que le ha gustado tu nuevo post?

Un feedback me hace pegar un bote de la ilusión. Primero se me abren mucho los ojos de pura incredulidad, luego me pongo a dar saltos.
6. ¿Cómo te inspiras a la hora de escribir?

Pienso en situaciones que me han pasado u observo a la gente de mi alrededor y tomo notas para siguientes entradas.
7. Si hoy tuvieras una hora más en tu día ¿a qué la dedicarías?

Leer.
8. ¿Con qué persona te gustaría pasar un fin de semana? Puede ser famosa o no famosa.

¡Qué difícil esta!. No se, puede que con Orwell.
9. ¿Qué es eso que destestas de ti pero que sigues haciendo sin remedio?

Soy demasiado comunicativa y me pasa que corto a la gente sin querer… Luego me entra una vergüenza loca.
10. ¿Cuál es el tema sobre el que más te gusta hablar en tu blog?

El de siempre, celíacos.
11. Si tuvieras otro blog, ¿cuál te gustaría escribir?

Literatura, sin duda.

¡Ahora mis once nominados!

1- Cómo me lo como

2- Escribiendo sobre arte y artesanía  

3- Walpurgeando 

4- ¡Al loro que me deshaderencio!

5- La magdalena viajera.

6- Sin gluten soy feliz

7- Sin gluten, por favor. 

8- Celicius gluten free 

9- Cuidado con las migas 

10- GF para principiantes. 

11- Cocina Sin 

Una serie de preguntas para mis nominados.

1- ¿Para qué tienes el blog?

2- ¿Qué es lo que quieres expresar en él?

3- ¿Por qué te decidiste a crearlo?

4- ¿En qué momento te dio por ponerte a hacer un blog?

5- Cuéntame una de tus máximas aspiraciones vitales.

6- Algo que te guste y no te cansa.

7- Alguna inquietud más de las que cuentas en el blog

8- ¿En qué piensas cuando piensas en el futuro?

9- ¿Cuál es tu desayuno favorito?

10- ¿Un libro?

11- ¿Una canción?

¡Me encanta la iniciativa! ¡Espero que mis nominados tengáis mucha suerte!

10934282_10152658193749220_728998856_n

Estándar

Celíacos asintomáticos.

No se si os lo he comentado en algún momento en todo el tiempo que llevo en el blog, pero en mi caso, soy celíaca asintomática. Existe un porcentaje de celíacos que no tiene ningún tipo de síntoma. Así como en la gran mayoría la celiaquía se manifiesta con problemas gastrointestinales, de dolores articulares, de piel, de tristezas, melancolías y demás. Existe un grupo, en el que me incluyo, en el que el celíaco no tiene ningún tipo de síntoma.

Lo primero es lo primero, con nuestro diagnóstico se suele tardar más (todavía) que con un diagnóstico de celiaquía normal, como no tenemos síntomas no damos indicativos de ningún tipo y los médicos no saben qué buscar en nosotros. Agradezco haber dado con un médico que para aquellas épocas era un iluminado y dio enseguida con el chiste, quizá porque en ese momento empezó a interesarse por la celiaquía y dio conmigo.

Por lo demás hay gente que piensa que esto es una maravilla porque no nos ponemos malos y no tenemos que pasar por el peregrinaje al cuarto de baño cada vez que involuntariamente comemos gluten, ni los dolores de huesos, ni esas «depresiones» sin motivo…y eso no está nada mal, porque físicamente no notamos nada.

Como siempre, todo tiene su lado bueno y su lado malo, todo lo que nos quitamos de problemas físicos, lo ganamos en pocas señales de que lo estamos haciendo bien. El celíaco asintomático está deseando que llegue su análisis anual para saber si está haciéndolo todo de forma correcta o no, porque no hay nada que le diga que está haciendo bien la dieta sin gluten. Eso significa que si ya el celíaco tiene que ser una persona responsable de por sí, el celíaco asintomático lo tiene que ser mucho más porque no tiene ninguna señal física de que ha transgredido la dieta y esto le añade una presión extra.

Por otro lado, llamaría la atención sobre algo que creo que es importante que es la percepción de un celíaco asintomático a nivel social. Pues llamadme lo que queráis, pero en todos los años que llevo en esto me da la impresión de que todavía se nos toma un poco a cachondeo. Creo que la cosa es que estamos acostumbrados a que la secuencia lógica de todas las cosas es que toda causa tiene un efecto y cuando nos falta una de las dos cosas es como que nos perdemos, máxime cuando no hay información apenas todavía sobre nosotros. A mi juicio el hecho de no ver ninguna consecuencia ante la ingesta involuntaria de gluten, hace pensar a la otra persona que no debe de pasar nada si «el raro este» come un poco. En resumen, si no hay peregrinaje al señor roca, un atacazo de dermatitis herpetiforme o unos cuadros intestinales de los que hacen historia, no generamos ni preocupación ni importancia y esto hace que la gente se despreocupe un poquito. Lo curioso es que cuando miras un producto para ver los ingredientes y coincide con que la persona que te lo ofrece está completamente segura de que es algo que puedes comer te miran con cara como si estuvieras loco y con desconfianza, como si en realidad lo que te pasase es que fueras un maniático. Si ya esto puede pasar en las mejores familias, porque partimos del gran desconocimiento que hay todavía hacia nosotros, ya no os digo cuando salimos fuera, que nos encontramos comentarios de todo tipo entre los camareros que merecerían un libro de compilación de «Frases absurdas que se le dicen a un celíaco».

Pues decir que también existimos y que nuestro cuidado es tan importante como el de cualquier otro celíaco, es más, el día que el asíntomático tiene síntomas es que está malito de verdad, porque si no ha seguido la dieta correctamente es posible que llegue a tener unos cuadros irreversibles de problemas intestinales y de otros órganos dado el carácter autoinmune de esta enfermedad, así que, mejor que no infravaloremos el hecho de no ponernos malos, ni lo consideremos una suerte, porque no es así.

Os mando un afectuoso saludo como siempre y os doy las gracias por haber ojeado el blog de nuevo.

Un abrazote, espero que os haya gustado. ❤

10934282_10152658193749220_728998856_n

Estándar

¡Maestro churrero!

Llevaba muchísimo tiempo detrás de ir a este sitio porque ciertamente me picaba mucho la curiosidad el hecho de que hubiera un local en pleno centro de Madrid que ofrezca churros sin gluten.

No os voy a engañar, los he probado en dos sitios y me siguen sin saber como los gluteneros. La intención es buenísima y no podéis imaginar lo que agradecemos que nos ofrezcáis no sólo el hecho de poder comer, desayunar o cenar en vuestros locales si no también el poder hacerlo sin sentirnos marginados y seguir formando parte del grupo con el que vamos.

Mi particularidad es que desarrollé una especie de séptimo sentido que me hizo recordar como sabía TODO lo que me rodeaba antes de mi diagnóstico y eso no es bueno, porque tendemos a comparar todo con lo que comíamos antes (en mi caso llevo diagnosticada 23 años y todavía me pasa). Entiendo que hay cosas que jamás sabrán igual, sobre todo porque la tendencia es a que cocinemos para que todo lo sin gluten sepa a lo con gluten, y a lo mejor es ahí donde radica el error. Hay cosas como los hojaldres, los churros, las porras y demás que jamás sabrán igual y es algo que tristemente asumo pero al mismo tiempo me da energías para saber que todo esto va a mejorar y sois los que os habéis puesto a la cabecera de estas iniciativas los que empezáis en algo que tiene mucho mérito, que nadie se quede marginado en un grupo cuando va a comer fuera de casa.

El resumen es que me ha encantado desayunar allí, he llegado a una hora perfecta en la que no he encontrado mucha gente y me han atendido con amabilidad y mucha tranquilidad, he desayunado sentadita en una mesa interior tan a gusto con Celivampi a mi lado pidiéndome por caridad sorbitos de chocolate caliente.

He estado ojeando la carta y he visto con gusto que también tienen una tarta que tiene una pinta fantástica y ofrecen hamburguesas sin gluten también por si la hora a la que vamos es otra a la del desayuno.

Puedo decir que ha sido un auténtico placer y que está genial saber que se cuenta con un sitio así y que tenemos alternativas y elección. Me dejaré ver por allí más veces porque tengo la curiosidad de ver cómo están las otras cosas que ofrecen.

Muchísimas gracias por ayudar a nuestra causa. Cada paso de estos es una motivación más para seguir luchando por esto.

Me gustaría comentaros a los cafeteros que la leche se puede pedir básicamente al gusto del consumidor. La tienen desnatada, de soja, sin lactosa… Es algo que me ha llamado mucho la atención y creo que es digno de mención. 🙂

Os mando un besazo a todos, espero que os haya gustado la entrada.

IMG_20150401_085239[1]              IMG_20150401_083723[1]

IMG_20150401_083517[1]

Estándar

BIZCOCHO DE QUESITOS

No tengo remedio, me pongo a mirar en la nevera y me da por imaginar cómo sabe todo con todo independientemente de que sea dulce, salado, ácido, amargo…

Un día me dio por imaginar cómo quedaría un bizcocho con quesitos… ¡Dicho y hecho!, una que no se amilana ante nada, preparó los ingredientes y se puso con ello. Os voy adelantando que mido en vasos porque suelo ser un poco desastre con las medidas y así os lo cuento mejor.

INGREDIENTES

-Un vaso normal de harina (En mi caso sabéis que es Doves Farm, de la que lleva el gasificante, incluido porque ya le he pillado el punto).

– Un pelín menos de un vaso de aceite de oliva.

– Un pelín menos de un vaso de azúcar moreno.

– La mitad de un vaso de chupito de azúcar blanco.

– Una pizca de sal.

– Dos huevos.

– Un poco de leche (menos de la mitad de un vaso). Yo uso una que tiene Puleva que tiene extracto de nuez.

– Cuatro quesitos (En mi caso de El Caserío)

PREPARACIÓN

Por orden pongo en el bol, los dos huevos, la leche, el aceite, los cuatro quesitos, el azúcar moreno, el poco de azúcar blanco, la pizca de sal y lo batimos todo durante un ratinín.

Luego se va añadiendo la harina poco a poco (Yo suelo hacerlo en cuatro tandas, batiendo entre una tanda y otra bastante rato).

Procedemos a hornear, yo lo horneo durante 45 minutos a 180ª pero a la media hora paso pongo el horno para que sólo hornee desde abajo y así no se nos quema la parte de arriba.

ADVERTENCIAS

No abrir el horno bajo ningún concepto mientras se está haciendo el bizcocho.

Tener la picardía de dejar el bizcocho como dos minutos dentro del horno con el horno apagado, porque así no lo sacamos de repente y es mejor, porque a veces en ese proceso se nos baja.

IMG_20150329_204312[1]

Espero que os haya gustado la receta. Es muy fácil de hacer y muy resultona, de verdad.

🙂

10934282_10152658193749220_728998856_n

Estándar

Mi cerdo agridulce de hoy.

INGREDIENTES
250 gramos de solomillo de cerdo cortado en medallones.
Un pimiento verde
1/2 cebolla dulce
1/2 pimiento rojo grande.
Ajo molido
Sal
Pimienta blanca molida.
Una zanahoria mediana
Una lata pequeña de piña en almíbar
Salsa agridulce marca Fanya.
Harina con gasificante incluido de Doves Farm.
Un huevo.

Por un lado se pone aceite a calentar y cuando esté calentito se pone el pimiento verde, el medio pimiento rojo, la media cebolla y la zanahoria a que se vayan haciendo poco a poco, se echa la sal, un poco de pimienta blanca molida, un poco de ajo molido y sal.
Cuando las verduras están blanditas se pone la lata pequeña de piña en almíbar y se pone un poco del zumito de la piña y se deja hacer otro poquito, luego procedemos a poner la salsa agridulce.
Pasamos a rebozar el cerdo, yo he decidido rebozarlo con una harina de Doves Farm que lleva el gasificante incluído porque tiende a subir un poco y el rebozado se queda huequito. Se pasa por la harina, por el huevo y a freírlo, se pone en un plato con una servilleta para quitarle el aceite sobrante y se une a las verduras que habíamos hecho y se deja que se junten bien bien los sabores.
Muy, muy rico.

De guarnición, como no, arrocito rico rico. 🙂

IMG_20150322_154444[1]

Estándar

A todas las celíacas y a madres de celíacos.

Ayer fue ocho de marzo, día de la mujer trabajadora.  Soy una persona que tiende a reflexionar bastante a pesar de mi aparente visceralidad y ayer me dio por pensar en que debía de escribir algunas líneas hablando de nosotras y vosotras.

Recordando mi niñez me pongo a pensar en exponentes de ayuda sin parangón  en mi recién diagnóstico (año 93) y de las primeras que me acuerdo es de mis abuelas, de mi tía (que era una segunda madre para mí) y de mi mi propia madre. Cuánto pienso en esas caras de desencaje cada vez que buscaban un producto en el libro de la asociación, el cuidado que ponían a la hora de ponerse a cocinar y la madurez con la que me enseñaron a llevar todo esto de una manera sana y siempre haciéndome entender desde el diálogo y la paciencia.

Tened en cuenta que por aquellos años ser celíaco no era ser de Marte, era ser de cuatro galaxias más para allá. Admiro como sin entender nada cambiaron su chip mental para poderme cuidar y como poco a poco nos fuimos creando un ámbito de confianza entre todas que me ayudó a hacerlo todo muchísimo mejor ya que ninguno hemos sido de marginalidad ni de segregación.

A las celíacas, a las celíacas y a esas madres de niños celíacos (que tenéis papeletas para ser también celíacas) es a las que os quiero dedicar esta entrada, porque se de primera mano que tenemos que trabajar más que muchos. Me refiero aquí a trabajo a sinónimo de esfuerzo. Esfuerzo para asumir todo un cambio en nuestras costumbres, esfuerzo para aprendernos todo lo que podemos comer y lo que no, esfuerzo para no tirar la toalla en los momentos de frustración, esfuerzo económico para asumir una dieta no apta para todos los bolsillos (y con sueldos en muchos casos inferiores), esfuerzos para estar al pié del cañón en una lucha diaria, esfuerzos para ponernos a cocinar y hacer comidas caseras que no haría cualquiera y, sobre todo, el esfuerzo de hacernos entender día a día con amigos, conocidos, gente que hace por comprendernos y gente que no nos da esa oportunidad, colegios, instituciones, restaurantes, bares… En fin, sabéis a lo que me refiero porque lo vivís día a día e intentando quitarnos la paranoia de que cada malestar no es por culpa de esa maldita proteína llamada gluten.

Me despido, no sin antes desearos mucho ánimo. Para eso estamos, para darnos el empujón diario y la energía que muchas veces falta. ¿Seguís creyendo que somos débiles?.

Un beso, esta vez a vosotras, porque os lo merecéis más que nunca.

311020_10150348601157310_138188331_n

Estándar

Hablando de chinos…

¡¡¡¡FELIZ AÑO NUEVO CHINO DE LA CABRA!!!!!

Los celíacos tenemos un gran problema cada vez que salimos a comer por ahí, pero a mi juicio, el problema se convierte en problemón cuando hablamos de comida china en un restaurante.

Hay gente que tiende a ir apelando a la confianza de pedir cosas que sus ingredientes son en esencia sin gluten. En ese grupillo me incluía yo hasta hace un año y algo, me pedía un arroz y me concienciaba de que no me iba a pasar nada. Ya llegó un momento en el que me pudo la aprensión y decidí dejar los chinos para siempre jamás.

Si queréis os cuento las razones para ver si estáis de acuerdo conmigo y me decís lo que os parece.

  1. Y creo que la más importante es el IDIOMA: No sabemos hasta qué punto se es conocedor en su país de origen la enfermedad celíaca. Esto nos lleva a preguntarnos si vamos a ser capaces de explicar a un chino lo que es nuestra enfermedad y lo que implica si comemos algo que no debemos y por otro lado, explicarles cómo nos debería de preparar la comida para que estemos tranquilos, lo que significa el rollo de contarles que tienen que limpiar la sartén antes de hacernos el arroz, que no pueden usar utensilios de madera con lo que vayan a cocinar para nosotros, que ni pensar en pedir algo en lo que vayan a usar horno, que todo tiene que ser a la plancha, que no puede haber frito ningún rollito ni ningún pan en la misma sartén en la que vaya a hacer el arroz a menos que me certifique que la sartén está como una patena, que no me puede mezclar aceites, que no puede poner salsa de soja en lo que vaya a hacer para mí, ni jamón de york ni puede correr ningún riesgo a ningún nivel. Tras todos estos datos el camarero tiene tres opciones, la rara que va a ser el responsabilizarse, el marearse que va a ser la normal y el echarte, que va a ser la opción más antipática, pero también viable.
  2. Que a pesar de que nos queramos integrar este es un proceso que todavía es largo y arduo y tiene que ser un muy poquito a poco y más cuando se pretende hacerlo con tranquilidad y relativo buen humor como lo intenta un celíaco día a día. Por favor, si ya es importante ir a restaurantes que tengan algún tipo de certificación, en estos casos más. Ya que con alguien que habla tu idioma (volvemos al idioma) y con una cultura parecida a la tuya  todavía puedes negociar, pero en estos casos, creo que es imposible.
  3. Porque se nos tiene que meter en la cabeza que los que nos tenemos que cuidar somos nosotros y somos los primeros que tenemos que velar por nuestra salud. Luego viene el ponerse malo y culpabilizar a ese camarero que no te supo informar bien y te contaminaste, por favor, id a sitios seguros y aún siéndolo poneros pesados, que no pasa nada. Eso sí, siempre pensando en que el que tenéis al otro lado está trabajando y es una persona que se puede equivocar, desde la educación se consigue mucho más que desde la antipatía que nos produce tener algo que nos limita de esta manera.

*Por si no queda claro, hablo de restaurantes chinos pero puedo hablar de cualquiera en los que no hay certificación ni posibilidad ninguna de comunicación con la gente que lleva el restaurante. ¡Ojalá esto vaya mejorando y dentro de relativo poco tiempo tengamos sitios para poder acudir sin necesidad de hacernos estas preguntas!, pero de momento, se nos va la salud en ello, así que… ¡Mucho cuidado!

Aquí os dejo mi aportación al año nuevo chino. 🙂

Foto0111

Estándar